viernes, junio 22, 2007

La inocencia de un día



La tercera lágrima le sirvió para levantarse. Daniela pensó que el golpe y los moretones saldrían con el tiempo. Sacudió su vestido verde recién comprado y pensó “la mugre se puede sacar”.

Rescató su bicicleta tirada en los matorrales y pedaleó con fuerza hasta su casa. Los paisajes florecientes y esperanzadores que disfrutaba siempre, ahora se transformaban en el recorrido sin foto y la llegada con escupos de la tierra no querida.

María cocinaba lo de siempre. Lo sintió por el aroma que llegaba a su nariz. Era la “especialidad de la casa”, el plato de agua rellenado por papas. Mientras el calor de las paredes a medio terminar se confundía con el carbón calentado en el brasero, su madre preguntó: “¿Cómo estuvo tu día?”. Su mano cansada y arrugada revolvía la olla sin esperanza. “Igual”, contestó Daniela mientras besaba su mejilla, “superable como todos”.

Se dirigió a la bañera que estaba a medio patio, y quitándose la ropa pensaba “esta no es mi primera vez, esta no es mi primera vez”, repetía mientras el jabón refregaba todo su cuerpo. El agua quitó el barro, removió las caricias, pero jamás arrancó el sufrimiento.

jueves, junio 14, 2007

¿Dónde están los caballeros?




Puede que las mujeres estemos viviendo en un mundo pseudo feminista y que sea por eso que los hombres se llenan de miedos y temores... pero ¿qué pasa con el romanticismo?
Hoy ya todo se perdió, ustedes (los hombres) quieres vivir todo rápido y sin dolor. Mientras que yo (no hablo por el resto de las féminas) espero al caballero en el corcel blanco y con una rosa en la mano. Y lo terrible es que ¡ya no quedan especies así!
Pero no se asusten, no es que sea la Susanita de Mafalda. Al contrario, sólo espero que llegue la verdad del romance a mi puerta. A lo mejor soy muy floja para buscarlo.
Espero a ese hombre varonil, intelectual, risueño, lleno de metas, y por sobre todo, independiente de las faldas de su madre.
Y como no llega nadie, sigo disfrutando de mis amigas, de los libros y de los encierros en mi pieza.
¿Qué opinan ustedes?, ¿existe el romanticismo aún?